El emprendimiento empresarial es algo con lo que todos los días comemos o desayunamos.

Oímos al gobierno decir que en nuestro país cada vez se emprende más, escuchamos a la oposición prometer medidas si alguien pone en marcha una empresa, vemos que los grupos ascendentes, como un guiño al electorado, ensalzan las medidas de otros países…

Pero cuando nos sentamos a comprobar si es costoso poner en marcha una empresa o no se nos cae el alma al suelo.

Cualquier proyecto, por nimio que sea, requiere financiación externa, así que vamos a ver qué pasos debemos tener claros para convertirnos en parte de esos elegidos por el dedo divino.

 

1. Lo primero que hay que tener claro es la idea. ¿Qué queremos poner en marcha? ¿Cómo lo queremos plantear? ¿Existe realmente un hueco en el mercado para nosotros o ya está todo inventado?

Un consejo: para saber cómo actuar en este primer punto estaría bien que te apuntaras a los encuentros y fórums que ponen en marcha empresas de telefonía, eléctricas o grandes entidades bancarias, pues en ellos vas a contar con asesoramiento experto.

 

2. Lo segundo es cómo buscar financiación, puesto que con tus recursos propios es imposible ponerse a ello. En estos casos hay que mirar, obligatoriamente, a bancos y cajas y probar suerte a ver si nuestra idea es la ganadora y merece la consideración de los hombres que tienen el dinero.

En estos casos el cómo vendas el asunto es casi más importante que el hecho de vender algo novedoso, así que estaría bien que lo tuvieras en cuenta y te decantes por usar las nuevas tecnologías para poner de manifiesto las virtudes de tu proyecto.

 

3. El tercer punto sobre cómo actuar en el caso de poner en marcha una empresa atañe a los pequeños detalles. De acuerdo, tenemos una idea, tenemos un nombre genial y tenemos financiación, ¿pero hemos pensado en todo? Saber buscar soluciones baratas hasta para los artículos de escritorio es vital si queremos ahorrar dinero.

En estos casos dominar los tiempos en los buscadores es esencial, e ir al grano mucho más. Siguiendo con el ejemplo que acabamos de ofrecerte, vale más buscar lo fungible siendo escueto, algo así como escribir material papeleria, que yéndonos por las ramas. Lograremos más resultados y seremos mucho más efectivos.

 

4. Y por último tenemos que tener clara una cuestión esencial: nuestra naciente idea empresarial no puede quedarse en el mostrador, el guardapolvos y la caja registradora, lo que implica que hemos de apostar por el mundo virtual. Una empresa que hoy en día no tenga un reverso on line no tiene demasiado sentido, así que estaría bien que tuviéramos esto en cuenta para que las cosas nos salieran bien desde el primer momento y pudiéramos crear una masa clientelar fidelizada, ya que aunque nos resistamos a ello el futuro, e incluso el presente, suena a teclas. En concreto las que sirven para escribir www…