Se acerca el verano, el calor, los días de sol…. ¡Y las ganas de piscina! Pero para poder disfrutar de nuestra piscina en perfectas condiciones, antes debemos de realizar un mantenimiento de la misma para evitar la suciedad, el mal estado del agua e incluso la rotura de la piscina.

En realidad el mantenimiento de la piscina debe de hacerse durante todo el año, aunque debe hacerse de una forma u otra dependiendo de si tenemos la piscina llena o vacía.

En este artículo nos vamos a centrar en el mantenimiento durante la temporada de llenado, uso y disfrute de la piscina. Desde Piscinas en Granada nos dan estas pautas.

 

¿Qué debo hacer para mantener el agua de la piscina en buenas condiciones?

 

Mantener los niveles de PH adecuados: Esta tarea debe de hacer una vez a la semana, sobre todo cuando la piscina tiene un uso diario, y sirve para que los ojos y la piel de los bañistas no sufran problemas debido al baño en la piscina.

Para llevar a cabo esta labor existen varios métodos, uno de ellos es el de recoger una muestra del agua de la piscina y aplicar un producto que al contacto con ésta, se volverá de un color más intenso o menos intenso, lo cual depende del nivel de PH. SI el PH está bajo se puede incrementar con un incrementador de PH, y si ocurre al contrario aplicar reductor de PH.

 

Mantener un buen nivel de cloro: El cloro se encarga de limpiar y desinfectar el agua de la piscina para que ésta se encuentre en óptimas condiciones de baño sin riesgo para la salud.

Es importante mantener un nivel de cloro razonable, ya que tanto en exceso como en déficit, puede ser peligroso para la salud.

Su forma de ajustarlo es similar a la del PH, es decir, recoger una muestra y con un producto el agua cambiará de color, y dependiendo de la intensidad deberemos aplicar más cloro o retirar el existente.

Es importante no aplicar el cloro directamente a la piscina, ya que si las pastillas tocan el suelo pueden dañar la pintura y el material del suelo.

 

Prevención de algas: En realidad esta es una tarea casi superflua, ya que en teoría, controlando el nivel de cloro y de PH de las piscina, las algas no deberían de hacer acto de presencia en nuestra piscina.

Pero si por las características concretas de nuestra piscina, sufrimos de algas o “verdín”, si que deberíamos aplicar un tratamiento antialgas.

También es recomendable hacerlo cuando se realiza el llenado de la piscina ya que las paredes pueden haber sufrido de este problema y se reproduzca al llenar la piscina.

El problema de las algas es importante de solucionar ya que puede ocasionar problemas de hongos.

 

Tratamiento de floculación: Este tipo de tratamiento se utiliza cuando el agua de la piscina presenta un aspecto de pequeños depósitos en la superficie de la piscina, los cuales, mediante la filtración no se pueden eliminar debido a su diminuto tamaño.

El tratamiento de floculación se encarga de aumentar el tamaño de estos microdepósitos, ya que mediante ionización éstos se unen, aumentando su tamaño y pudiendo ser retenidos por el filtro, de forma que nuestra piscina volverá a lucir un aspecto radiante.

 

Mantenimiento del filtro: Los filtros de arena, suelen ser vitales a la hora de la limpieza de la piscina, por lo tanto, debemos de limpiar los filtros habitualmente, sobre todo cuando el manómetro de la piscina se acerca a la zona roja, que indica una mala presión. 

Para limpiar el filtro, normalmente, se debe de cerrar la válvula de aspiración, y abrir las válvulas de skimmer y de fondo. Una vez hecho esto ponemos la posición de “limpieza” en el cuadro de funciones del filtro, una vez accionemos esto veremos como sale el agua sucia por el desagüe, cuando el agua empiece a salir clara, paramos la limpieza y colocamos el cuadro de funciones en “enjuague”. Una vez realizado la limpieza y el enjuague, la aguja del manómetro deberá haberse desplazado a la zona verde.