Saber cómo limpiar la ropa de cama para que mantenga su calidad es importante. Nos evitaremos así que unas sábanas bonitas y a todo color se vean pronto descoloridas y apagadas o que una bonita colcha acabe resultando inservible porque ha encogido en muy poco tiempo. Te ofrecemos los mejores consejos para, paso a paso, conseguir que tu ropa de cama se vea limpia e impecable

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5 pasos para limpiar la ropa de cama respetando su calidad

 

#1- Mira la etiqueta y sigue las instrucciones de lavado

La etiqueta de la ropa de cama es esencial para saber cómo tienes que lavarla. Es frecuente pecar de exceso de confianza cuando ya tenemos experiencia lavando ropa y utilizar un programa que usamos habitualmente, pero que tal vez no sea el adecuado para la prenda que tienes entre las manos. Compruébalo y no te confíes.

No cortes este tipo de etiquetas para tener siempre presente las instrucciones de lavado, sobre todo en la ropa de cama que no lavas con frecuencia. Si tienes dudas o ves que la prenda puede ser excesivamente delicada, mejor llévala a lavar a un establecimiento profesional.

 

#2- Cuidado con la secadora

La secadora es muy práctica y nos ayuda a tener que planchar menos. Pero hay que usarla solo en la ropa de cama que la permita. Por ejemplo, es ideal para los rellenos nórdicos pero puede ser perjudicial para la ropa de algodón al hacer que encoja más de lo debido.

Evita los programas más largos. Es mejor repetir un programa de secado porque la ropa todavía esté húmeda que someterla a un excesivo calor que puede acortar su ciclo de vida y hacer que en poco tiempo la ropa de cama se vea envejecida.

 

#3- Protege tu ropa de la acción directa del sol

Si secas tu ropa en un tendal también tienes que tener cuidado para no estropearla. La acción directa del sol hará que la ropa de cama pierda color o incluso pueda tener un tacto acartonado. Procura tenderla a la sombra o evita las horas en las que el sol pueda tener más fuerza.

Tan pronto la ropa esté seca retírala del tendal. Incluso puedes hacerlo cuando todavía tenga un pequeño toque de humedad para plancharla inmediatamente y aprovechar esta circunstancia para que resulte más sencillo hacerlo.

 

#4- Usa la temperatura correcta al planchar

Con la ropa de cama ya lavada y seca llega el momento de la plancha. Muchas personas han dejado de planchar la ropa de cama y no es mala idea, porque evitas el riesgo de quemarla y al no someterla a las altas temperaturas de este proceso tu ropa de cama durará más.

Pero hay materiales como el algodón que resulta imposible no planchar porque se arrugan demasiado. Hazlo a la temperatura correcta según el tipo de material y siempre es preferible planchar con la prenda ligeramente húmeda. Si está muy seca puedes utilizar un spray para humedecerla suavemente antes de planchar. Verás como te resulta más sencillo y, además, la prenda se verá más protegida.

 

#5- Guarda tu ropa de cama protegida del polvo y la humedad

El último proceso tras lavar y planchar es el de guardar la ropa de cama. Es importante que el armario donde se guarde esté limpio y que no haya humedad. Esto hay que tenerlo en cuenta siempre, pero especialmente cuando la ropa se va a guardar de una temporada para la siguiente. Puedes usar fundas protectoras para la humedad si no estás seguro de que las condiciones sean las adecuadas.

Con estos consejos sobre cómo limpiar la ropa de cama para que mantenga su calidad tendrás tu ropa de hogar como el primer día y con todas sus cualidades intactas durante mucho tiempo.