Si has llegado hasta este artículo es porque has decidido, o al menos tienes en mente que tu hijo merece dar un paso más en su formación académica y en su desarrollo como persona para afrontar los retos futuros que le deparará la vida.

Enviar a nuestros hijos a estudiar al extranjero es una decisión difícil pero que dará muchos frutos en el futuro. Una vez hemos decidido que se va a hacer, entonces surge la pregunta ¿Qué destino será mejor para mi hijo?

En este artículo te vamos a dar algunas pautas de cómo elegimos el mejor destino posible para que nuestro hijo estudie ESO o Bachillerato en el extranjero.

 

 

El nivel de idioma o inglés

Uno de los aspectos que tenemos que tener en cuenta para elegir destino es el nivel del idioma en el alumno. Esto ocurre porque hay lugares donde el acento es más cerrado que en otros, lo cual dificulta la comprensión del idioma.

Si no contamos de base con un buen manejo del idioma, habría que evitar ciudades o pueblos pequeños donde la expresión del idioma haya adoptado la forma de la región. En las grandes ciudades, más internacionalizadas y con mezcla de culturas, el idioma tiene a ser menos complejo de entender.

 

Cercanía geográfica

Si queremos una experiencia de inmersión lingüística total, lo ideal es viajar cuanto más lejos mejor. Esto impedirá de cierto modo viajes más seguidos al lugar de origen y permitirá que el alumno se concentre mejor en su aventura anual, lo cual mejorará la adaptación.

Destinos como Estados Unidos (ver más información) o Canadá (ver más información), son ideales para una inmersión lingüística total, ya que el hecho de poner el océano por medio “obliga” en cierto modo a una mayor concentración por adaptarse a su nueva vida y dejar de lado de forma temporal su zona de confort.

En cambio, destinos para estudiar un curso escolar como Irlanda (ver más información), siempre dejan ese pequeño vínculo con la familia y esa posibilidad de siempre poder regresar de forma sencilla y constante.

 

Personalidad de nuestro hijo

También podemos tener en cuenta la personalidad de nuestro hijo a la hora de elegir destino.

Hay ciudades o países con unas características concretas que pueden adaptarse mejor o peor a cada tipo de persona según su nivel de timidez, cultura, facilidad de adaptación, etc…

También tenemos que tener en cuenta que la personalidad se desarrollará mucho durante ese año escolar, por lo tanto puede ser un buen enfoque el de intentar amoldar dicha personalidad a la cultura o ritmo de una ciudad o país.

 

Otras experiencias cercanas o en Internet

Desde TodoComo siempre lo hemos recalcado, las experiencias de otros usuarios es fundamental a la hora de elegir.

Hoy día tenemos Internet para conocer de primera mano como han sido las aventuras de otros chicos que han cursado un año escolar en el extranjero, así que podemos tomar referencias de ciudades o países donde las cosas salgan bien a la hora de vivir esta experiencia.

Además, seguro que en nuestra zona hay gente que ya ha vivido la experiencia, y con la cual poder tener un cara a cara físico para que nos comenten con todos los detalles que tal le ha ido en su destino para estudiar el año escolar.

Esta claro que en el programa de familias de acogida siempre dependerá de la familia con la que te encuentres, pero al menos podrás tener una referencia del resto de factores.

 

Reputación del centro de estudios

Si lo que queremos es acertar por completo con el nivel de estudios y optamos por un colegio, ciudad o país con buena reputación, en Internet nos podemos encontrar con mucha información y rankings al respecto.

Hay empresas que se encargan de elaborar informes sobre los diferentes centros, así que podemos contrastar información y obtener como resultados nuestros centros educativos de referencia.

A pesar de que los países suelen tener sistemas educativos unificados, siempre habrá centros educativos que destaquen por encima de otros, y está claro que entre países, unos sistemas educativos tendrán más reputación y reconocimiento que otros.

 

Economía

También hemos de tener en cuenta el nivel económico del que disponemos para gastar. Aunque estos programas estén en muchas ocasiones becados, y se suela optar por familia de acogida para la estancia, hay mucha diferencia económica entre países dependiendo del nivel de vida, la distancia, etc…

El dinero siempre es un aspecto diferencial a la hora de elegir, y en el caso de una estancia por todo un año, esto es evidente que coge importancia.